La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), lepidóptero típico de la región mediterránea, es uno de los principales defoliadores de los pinos en el sur de Europa y norte de África. Sus larvas construyen los nidos de seda, los bolsones, en lo alto de las ramas de los pinos y se alimentan de las acículas de los árboles desde el otoño hasta la primavera.
Para combatir el daño que causa esta especie se puede hacer de diferentes formas, pero cuando la oruga ya ha defoliado gran parte del pinar y se encuentra en un estado de desarrollo avanzado se necesita un tratamiento.
La pulverización de los rodales se lleva a cabo cuando eclosionan los huevos y comienza el siguiente ciclo, ya que los tratamientos químicos y biológicos funcionan con mayor eficacia cuando la oruga se halla en sus primeras fases de desarrollo.
Algunos enemigos de la procesionaria le causan enfermedades (virus, bacterias y hongos) y parásitos en las fases del desarrollo (huevo, oruga y crisálida. También encontramos a los depredadores como las chicharras que se comen los huevos. Las aves insectívoras que destacan son el cuco (Cuculus canorus), el herrerillo (Parus caruleus) o la abubilla (Upupa epops). La presencia de esta asves beneficiosas para controlar a la procesionaria se puede fomentar con la instalación de nidos artificiales.
Este sistema es recomendable para zonas con un nivel bajo de infestación y se trata de utilizar un conjunto de trampas con feromonas naturales o de síntesis. Estas atraen a los machos de la especie en fase de mariposa antes de que fecunden a las hembras. De esta manera se rompe el ciclo reproductor y se reduce la plaga.
Este es el procedimiento más clásico para la lucha contra la procesionaria. Se utilizan herramientas de corte manual. Después se queman los bolsones sobre superficies preparadas para evitar su esparcimiento. Para los lugares fríos basta con romper el bolsón, ya que las orugas mueren de frío. En cada situación se ha de tener en cuenta el menor impacto posible sobre el medio y utilizar el método menos agresivo posible.
Consiste en inyectar en el tronco del pino afectado un insecticida que se incorpora a su savia natural y llega a las hojas de las que se alimenta la procesionaria del pino. Al introducir este biocida en el sistema vascular de la planta, este se distribuye por todo el pino. Este método ofrece una alternativa mucho más eficaz, eficiente y ecológica para el tratamiento de los árboles.
En Abubillas realizamos campañas preventivas para el control y tratamiento de la procesionaria del pino.
La plaga de la procesionaria puede producir importantes daños en los pinos, pero los más graves son las que producen larvas fuertemente alérgicas llegando a generar severos brotes en personas y animales.
El control y tratamiento que realizamos sobre la procesionaria del pino se basa en diferentes estrategias, medios y productos más vanguardistas disponibles en el mercado con el total respeto del entorno donde se encuentra la plaga.